『SEMBRANDO CON FE Y ESPERANZA』のカバーアート

SEMBRANDO CON FE Y ESPERANZA

SEMBRANDO CON FE Y ESPERANZA

著者: SEMBRANDO CON FE Y ESPERANZA
無料で聴く

このコンテンツについて

Desde la Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana en Poughkeepsie, NY. Les comparto una que otra enseñanza que ha sido de gran bendición para mi vida, con el deseo de que también lo sea para ustedes. Lecturas de algunos edificantes libros, además de las devocionales que matutinamente preparo para la congregación. Gracia y Paz!SEMBRANDO CON FE Y ESPERANZA スピリチュアリティ
エピソード
  • Misiones 00
    2025/10/31

    Introducción a las Misiones Globales

    El Fundamento de la Gran Comisión

    Este documento busca articular un marco teológico que justifique el imperativo de la misión global. La reflexión misiológica se inaugura con una pregunta fundamental: «¿Cuál fue el motivo por el cual el Señor Jesucristo, al resucitar de entre los muertos, dio la orden de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura?». La respuesta, lejos de ser un capricho divino o una mera estrategia de crecimiento institucional, se encuentra profundamente arraigada en la lógica interna del carácter redentor de Dios y el diagnóstico bíblico de la condición humana.

    Para desarrollar esta tesis, el presente análisis se estructurará en cuatro secciones interconectadas. Primero, se explorará el origen de la misión en la iniciativa soberana de Dios. Segundo, se examinará la necesidad humana universal que confiere urgencia al mandato. Tercero, se analizará el alcance ilimitado de la comisión como reflejo del amor divino. Finalmente, se definirá el papel de la Iglesia como el instrumento delegado para llevar a cabo esta tarea monumental.

    Es teológicamente crucial comenzar cualquier análisis de la misión con el carácter de Dios, pues la misión no es una invención de la Iglesia, sino una expresión de su propósito redentor inherente. La misión, en su esencia, es Missio Dei—la Misión de Dios—, el principio teológico que afirma que la misión se origina en el ser y la actividad de Dios mismo, y no en una iniciativa humana.

    El primer acto misionero de Dios se registra inmediatamente después de la Caída. Ante la transgresión y el ocultamiento de Adán y Eva, la primera pregunta que resuena en la historia no es una confesión humana, sino una búsqueda divina: «¿dónde estás tú?». Este acto primigenio demuestra que la iniciativa para cerrar la brecha relacional no partió del hombre, sino de Dios mismo. Él es el primer misionero, el que busca activamente al perdido.

    Esta iniciativa divina progresa de manera consistente a lo largo de la historia de la salvación, demostrando que Dios nunca ha sido indiferente a la condición humana.

    • Comunicación Persistente en el Antiguo Testamento: La historia de Israel es un testimonio de la búsqueda incesante de Dios. Como afirma el autor de Hebreos, Dios no permaneció en silencio, sino que «habló muchas veces y de muchas maneras» a través de los profetas (Hebreos 1:1-2), mostrando una y otra vez su deseo de comunión y redención.
    • Encarnación y Ministerio de Cristo: La culminación de esta búsqueda divina es la encarnación. Cuando la humanidad no escuchó su llamado, Dios mismo vino a buscarla. El ministerio terrenal de Jesús es la personificación de la misión divina. Él vino a Galilea «predicando el evangelio del reino» y llamando a la humanidad al «arrepentimiento» y a la fe (Marcos 1:14-15). Su vida fue un peregrinaje misionero constante, pues «recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando... y predicando el evangelio del reino» (Mateo 9:35).

    Esta incansable iniciativa divina no opera en un vacío; es una respuesta directa a una necesidad tan profunda y universal que solo su Creador podría resolver: la condición desesperada de la humanidad.

    El diagnóstico bíblico de la condición humana es el fundamento que confiere urgencia y necesidad a la misión global. La orden de evangelizar no es una directriz arbitraria, sino la respuesta compasiva y lógicamente necesaria de Dios a un problema de proporciones universales. El apóstol Pablo, en su epístola a los Romanos, establece dos pilares teológicos interconectados que definen esta realidad: la universalidad del pecado como condición inherente y la universalidad de la muerte como su consecuencia ineludible.


    続きを読む 一部表示
    19 分
  • El método divino del crecimiento
    2025/10/24

    Cuatro Principios del Reino de Dios que Desafiarán tu Concepto de Crecimiento

    Introducción: El Camino Menos Transitado Hacia el Crecimiento

    En nuestro mundo, la idea de "crecimiento" es una línea recta ascendente. Todos queremos comenzar como barrenderos para terminar como gerentes. Es una lógica de suma, de acumulación de poder, de autosuficiencia. Sin embargo, ¿qué sucede cuando el modelo de crecimiento más radical que se nos presenta es uno donde el Dios Todopoderoso terminó clavado en una cruz?

    Este es el punto de partida para entender la lógica del Reino de Dios: una lógica invertida que desafía todo lo que el mundo nos enseña sobre el éxito y el desarrollo. Lo que sigue no es una lista de prácticas, sino una invitación a reorientar nuestra vida en torno a principios que, aunque puedan parecer absurdos para la mentalidad moderna, contienen la clave para un crecimiento espiritual auténtico y profundo.

    Primera Lección: Encuentra tu Fortaleza en la Debilidad

    1. La verdadera fortaleza se perfecciona en la debilidad

    El mundo nos enseña a proyectar confianza, a ocultar nuestras flaquezas y a confiar en nuestra propia capacidad. La lógica espiritual invierte este ideal por completo. El crecimiento no comienza en nuestra competencia, sino en el reconocimiento honesto de nuestra fragilidad. De hecho, la Escritura enseña que Él escoge lo débil y menospreciado del mundo para avergonzar a lo fuerte

    Esto va más allá de un simple consuelo; es una advertencia pastoral. Cuando alguien se cree muy capaz, Dios no actúa. La autosuficiencia se convierte en un obstáculo para la intervención divina. En una cultura obsesionada con el rendimiento, esta idea es profundamente liberadora. Nos permite dejar de fingir, pues al admitir "no puedo", abrimos la puerta para que Dios declare "Yo sí puedo"

    El poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad.

    Segunda Lección: Sube Mientras Bajas

    2. Para subir, primero hay que bajar

    La ambición humana natural es escalar. Buscamos el reconocimiento, la posición y la autoridad. El camino del Reino de Dios, sin embargo, redefine por completo la promoción. Aquí, la exaltación no se logra escalando sobre otros, sino a través del descenso voluntario a la humildad

    Este principio transforma la humildad de una virtud abstracta en una práctica diaria de confianza. ¿Cómo nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios? Echando toda nuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros. La humildad, entonces, no es autodesprecio, sino el acto radical de soltar el control y la preocupación, confiando en que nuestro verdadero valor y posición provienen de Aquel que nos sostiene. Dejamos de luchar por nuestro propio ascenso para que sea Él quien nos exalte a su debido tiempo

    En el reino de Dios todo es distinto, aquí subimos, bajando...

    Tercera Lección: Recibe Dando Sin Medida

    3. La clave para recibir es dar

    La lógica económica del mundo es acumular y proteger. Guardar es sinónimo de seguridad y prosperidad. Sin embargo, la economía del Reino opera bajo un principio radicalmente opuesto: la generosidad es el canal de la abundancia. La instrucción no es "guarda para que tengas", sino "da para que recibas"

    Este principio fundamental transforma el acto de dar. No es una pérdida, sino una inversión en un ciclo divino de provisión. Según esta lógica espiritual, cuando una persona da, Dios le da más, no necesariamente para que atesore, sino para que pueda seguir siendo un canal de bendición para otros. Es un flujo constante donde la generosidad genera una mayor capacidad para ser generoso

    DEN PARA QUE RECIBAN

    Cuarta Lección: Sé Libre Siendo un Siervo

    4. La auténtica libertad se encuentra en la servidumbre

    Nuestra cultura define la libertad como la ausencia de restricciones, la capacidad de hacer lo que queramos, cuando queramos. Es la autonomía del "yo". La paradoja final que exploraremos es que la verdadera y más profunda libertad no se encuentra en la auto-soberanía, sino en la sumisión voluntaria a un propósito mayor



    続きを読む 一部表示
    7 分
  • Alabanza como un Fruto de Fe
    2025/10/24

    Si eres nuevo en la fe, es posible que asocies la "alabanza" principalmente con el tiempo de canto en la iglesia, un momento musical o una fuerte emoción. Si bien la música es una forma hermosa de alabar, la perspectiva bíblica es mucho más profunda y abarcadora.


    La mejor manera de entender la verdadera alabanza es a través de una analogía simple: la alabanza es a un creyente lo que el fruto es a un árbol. Así como un árbol sano y bien nutrido produce fruto de forma natural, un creyente cuya vida espiritual está creciendo produce alabanza como resultado visible de una fe invisible y transformadora.


    La Biblia establece este concepto de manera clara, llamándolo "fruto de labios":


    “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” (Hebreos 13:15 RVR60)


    Para entender cómo podemos ofrecer este "fruto", primero debemos explorar las raíces espirituales de las que brota una alabanza genuina.



    1. Las Raíces de la Alabanza: ¿De Dónde Nace?


    La alabanza auténtica no es algo que se pueda forzar o fabricar bajo presión. Es una respuesta espontánea y sincera que brota de raíces espirituales profundas, firmemente plantadas en la verdad de quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros.


    1.1. Fruto del Conocimiento de Dios


    El punto de partida de toda alabanza genuina es el conocimiento. Es simple: no se puede alabar verdaderamente a alguien a quien no se conoce. Cuanto más profundizamos en el carácter de Dios revelado en Su Palabra, más razones encontramos para admirarlo y exaltarlo.


    * Su Grandeza: Al contemplar la inmensidad de Dios, cuya grandeza es "inescrutable", nuestra única respuesta posible es la admiración. Reconocer que Él estableció su trono en los cielos y que su reino lo domina todo nos llena de asombro.

    * Su Santidad: Entender que Dios es completamente puro, perfecto y apartado de toda maldad nos inspira una profunda reverencia. Su santidad merece nuestro mayor respeto y adoración.

    * Su Autoridad: Saber que Dios tiene el control soberano sobre toda la creación nos brinda una inmensa seguridad. Nuestra alabanza nace de la confianza en que Su autoridad es absoluta y Su gobierno es perfecto.


    1.2. Fruto de la Salvación


    Una de las fuentes más poderosas de alabanza es la inmensa gratitud que siente un corazón que ha sido salvado. Cuando recordamos de dónde nos rescató el Señor, el alma no puede permanecer en silencio.


    1. La Gracia: La salvación es un regalo que no merecemos ni podemos ganar. Comprender que fuimos escogidos, adoptados y aceptados no por nuestros méritos, sino por el "puro afecto de su voluntad", llena nuestro corazón de una gratitud que se desborda en alabanza. Para entender la magnitud de este regalo, la Biblia nos recuerda que esta gracia salvadora no se extendió a los ángeles que cayeron, sino que fue reservada para nosotros.

    2. El Perdón: La Biblia nos describe como "bienaventurados" o inmensamente felices cuando nuestras transgresiones son perdonadas y nuestros pecados son cubiertos. La libertad y la limpieza que experimentamos gracias al perdón de Dios son un motivo constante para darle gracias.

    3. La Justificación: Por medio de la fe en Cristo, hemos sido declarados justos ante Dios. Esto significa que la barrera que el pecado había creado ha sido eliminada y ahora "tenemos paz para con Dios". Vivir en esta paz es una razón diaria para alabar Su nombre.


    1.3. Fruto de una Nueva Vida en Cristo


    Al estar en Cristo, no solo cambia nuestro destino eterno, sino que toda nuestra vida se convierte en una expresión de alabanza. No es algo que hacemos solo los domingos; es lo que somos cada día.



    続きを読む 一部表示
    8 分
まだレビューはありません