Este episodio merece poner el título de nuestro Podcast porque engloba todo lo que hemos platicado en cada episodio. En esta ocasión Maria Paula nos comparte su experiencia en un retiro que vivió este fin de semana. Aprender a reconocerte como hijo de Dios, abrazar quien eres, no tratar de encajar dejando tu esencia de lado, aceptarte como un DON y trabajar en tu propósito de vida, siendo paciente y disfrutando el proceso y eso te llevará a la plenitud y verdadera felicidad. 

Hoy tenemos invitada especial, un claro ejemplo de cuando pones tus dones al servicio de los demás. Alejandra Dávila, mejor conocida como: Miss Ale, es educadora y kinesióloga, siempre entregada a sus alumnos, con el firme compromiso de que su aprendizaje sea de calidad y para toda la vida, preocupándose por que esta formación sea integral, además de ser una persona llena de luz y simpatía. En esta ocasión Maria Paula tuvo oportunidad de asistir a una terapia de kinesiología con ella para ayudarla en tener mayor fluidez al hablar. Y estos fueron los resultados. ¡Acompáñanos a escucharla!

Dios confía sus dones o talentos a los hombres con la obligación de que los desarrollen y espera una respuesta fructífera por parte de cada hombre, y que la inactividad-por miedo, exceso de preocupación o cobardía, pereza o simple omisión consciente no sea un pretexto para no desarrollarlas. Hoy hablaremos de las Fortalezas de Carácter, ¿Cómo puedes conocer las tuyas? Y así empezar a desarrollarlas para llevarlas a su máximo esplendor. 

¨Debemos perdonar siempre recordando que nosotros mismos hemos necesitado el perdón" San Juan Pablo II.

 En algún momento todos hemos pasado por la necesidad de pedir perdón por la falta, y muchas veces puede ser mucho más sencillo pedir perdón, pero ¿Qué tanto nos cuesta perdonar? Perdonar aquella falta que te hicieron es mucho más difícil y lo único que sucede es que vas acumulando rencor en el corazón y eso nos va comiendo el alma. 

La pandemia vino a hacer un alto a la humanidad, para muchos de nosotros fue una gran enseñanza para poner este freno, dejar de ver hacia fuera y tener la oportunidad de viajar al interior para poder reconectar son nuestro SER, es así como este alto vino a darnos una nueva percepción como familia en la forma de educar a nuestros hijos. Ha sido un tiempo no sólo de reconexión entre nosotros si no en una conexión profunda con Dios, y tener claro que no podemos perder de vista la formación espiritual de nuestra familia, conocer, amar y servir a Dios con los dones que nos otorgó para poder llegar a nuestra meta final que es el Cielo. 

"Educar para ir al Cielo, no a Harvard"