La Batalla del 21 de octubre de 1863 en Chiapa de Corzo, Chiapas, fue un enfrentamiento crucial durante la Intervención Francesa en México. Mientras las fuerzas conservadoras, apoyadas por el ejército francés, buscaban imponer un imperio, los liberales defendían la República de Benito Juárez. En Chiapas, las tensiones eran altas. La capital en ese momento, San Cristóbal, se había aliado con los imperialistas, mientras que Chiapa de Corzo y Tuxtla se mantuvieron leales a la República. El líder imperialista Juan Ortega intentó tomar la ciudad, un bastión liberal estratégico. Con un ejército de 1,300 hombres, Ortega sitió Chiapa de Corzo. Sin embargo, el coronel liberal Salvador Urbina, con solo 400 defensores (principalmente ciudadanos), se negó a rendirse. Los republicanos se atrincheraron en tres fuertes improvisados y resistieron un asalto que duró desde la noche del 20 hasta el 21 de octubre. A pesar de la inferioridad numérica, la tenaz defensa de los liberales, con héroes como Urbina y la soldada Nemesia Urbina Fernández, repelió el ataque. El triunfo fue contundente: los liberales reportaron solo 2 muertos, mientras que los imperialistas sufrieron más de 80. Esta victoria fue un evento decisivo que impidió que el sureste de México cayera en manos de los imperialistas y consolidó a Chiapa de Corzo como un símbolo de resistencia. Gracias a este acto heroico, la ciudad recibió el título de “Ciudad Heroica” y el 21 de octubre fue declarado día festivo en el estado de Chiapas.
Templo de Santo Domingo de Guzmán, detallando su fundación y construcción entre 1554 y 1572 bajo la dirección del fraile Pedro de Barrientos, y con la participación de mano de obra indígena. Se destaca su importancia estratégica como centro religioso y social en Chiapa de Corzo, ubicada cerca de la plaza principal y el río Grijalva.