Cuando comenzaba a grabar este podcast comenté que la mayor parte de las veces no hablo de vivencias personales, si no de las de otras personas, aunque puede que tampoco esto sea del todo cierto y se mezclen ambas.

El caso es que hoy me he despertado con uno de esos días en los que quieres arrancarle la cabeza a otra persona (no en sentido literal), así que ha llegado el día en el que uso esto para echar la bronca a alguien que seguramente ni lo escuche, ya que por norma general no me escucha ni en directo, con la esperanza de que por una vez, al poder usar el modo repetición, con algo se quede. 

Así que si, señor Javier, esto es para ti. 

 Desde la tortilla con o sin cebolla, o cortada a cuadrados o en  triangulos, España no ha vuelto a ser la misma estamos divididos en dos. 

Apareció la controvérsia de la pizza, con o sin piña y le siguieron otras tantas discusiones tan irrelevantes como extendidas entre la población, team calor vs team frio, cambio de hora si o no y así podría estar hasta mañana. 

Llegaron las modas pasajeras, como esa de con o sin pelo (por mi que cada cual haga lo que quiera mientras se lave y no se meta con que yo no me peine).

Ahora llegamos a una que de verdad puede ser relevante y nadie está hablando de ella, y es la eterna pregunta, ¿Preferimos cantidad o calidad?

Clarifico la respuesta para aquellos a los que les cuesta decidirse...DEPENDE.

 ASI NO

Trabajo en una empresa, una gran multinacional que no sabe lo que es la retención del talento y no tiene pinta de que lo quiera aprender...

Llevo trabajando en ella casi 5 años en los que he visto pasar y desfilar por la puerta de camino al INEM a multitud de personas muy válidas dejando en sus puestos sin problema, sin un buen trabajo y de forma incomprensible, a multitud de personas poco competentes (por ser suaves) pero bien posicionadas. 

Al principio no reparaba ni me planteaba cuál podría ser la causa para que una empresa no sepa retener el talento, pero hoy por hoy lo tengo claro, no quieren.