Por Deb Weakly

Interpretado por Viviana Barraza

Mi infancia fue destrozada y llena de tristeza, así que cuando mis hijos eran pequeños, decidí hacer lo que fuera necesario para crear una vida diferente para ellos y criarlos en un hogar cristiano. Asistí a muchas conferencias para madres para aprender todo lo posible sobre cómo ser una madre cristiana y cómo discipular a mis hijos. Si tuviera que elegir entre dos sesiones de trabajo, compraría el casete de las que me perdí y las escucharía después de la conferencia.

En uno de esos casetes, recuerdo escuchar a un orador (cuyo nombre no recuerdo) hablar de cómo oraba por sus hijos mientras crecían. Cuando escuché esta oración, me impactó tanto que detuve mi auto y la escribí en un recibo de compra que aún conservo en mi Biblia. La oraba a diario por mis hijos y ahora la oro por nuestros nietos.

Ora esta oración conmigo…

“Señor, ayuda a mis hijos a ser piadosos, responsables, respetuosos, completamente obedientes, totalmente dedicados a ti, con hambre de la verdad y con discernimiento en cuanto a sus amistades”.

He visto esta oración respondida en la vida de nuestros hijos de maneras magníficas, y ellos demuestran cada una de estas cualidades como adultos. Mis dos hijos tienen hambre de Dios y les encanta aprender de Él. Christie y Jack aman la Biblia y escuchan podcasts llenos de fe, maestros y oradores que comparten perspectivas llenas del Espíritu sobre Jesús a partir de la Palabra. Ambos han recorrido sus propios caminos para hacer suya su fe y continúan firmes en ella. Uno de mis hijos incluso pasó por la iglesia herido de su adolescencia y salió de ella como un creyente firme, con un corazón para los jóvenes que se sienten heridos por la iglesia.

Me encanta la frase: “Dios no siempre paga el viernes, pero siempre paga”. Puede que Él no responda tus oraciones tan rápido como quisieras, pero ten la seguridad de que Él responderá. Mantén una fe firme, ama a tus hijos incondicionalmente, nunca los abandones, minimiza el enfoque en lo malo, destaca las cosas buenas que hacen y actúa siempre como si Dios respondiera a tus oraciones.

Mamá, verás la bondad del Señor en la tierra de los vivientes (Salmo 27:13).

Dios responde las oraciones. Le encanta cuando oras y será fiel en responderlas. Aunque parezca que tus oraciones no están surtiendo efecto y tu hijo adolescente o joven adulto esté tomando malas decisiones, persevera y no dejes de orar. Dios es fiel.

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