En Santa Cruz, la región más importante de Bolivia, el panorama es desolador: un paro que no cede por parte de los sectores opositores, un cerco que se endurece por parte del oficialismo y la violencia que se apodera de los sectores más extremos en una discusión que no es técnica ni política sino de desconfianza pura.
Nos preguntamos sobre la secesión imposible y ese diálogo imprescindible pero lejano. Además, explicamos con detalle porqué comenzó todo esto, qué quiere cada parte y en qué radican las diferencias hasta ahora irreconciliables entre ambos sectores.
En Chile, la política está a la espera del cónclave oficialista que promete reconciliar las almas enfrentadas de las dos coaliciones de gobierno. Hasta citamos a René Zavaleta para que sea exitoso.
Eso sí, pensamos que no se avanzará mucho mientras no exista algún consenso sobre dos preguntas trascendentales, por un lado, ¿ganó Boric y la izquierda radical o Lula y el PT, o fue un frente amplísimo desde el centro hasta la izquierda en contra de la ultraderecha en el poder o a punto de alcanzarlo? Y, en segundo lugar, ¿por qué ganó el Rechazo a la nueva Constitución en el plebiscito?
Son preguntas que no solo necesitan respuestas sino explicaciones consensuadas y narrativas comunes. Sin esos consensos, difícilmente habrá éxito en este cónclave o en las gestiones gubernamentales futuras.