Hoy en La Opinión de Marm hablamos de un tema que me toca especialmente como padre, y que seguramente también te sonará si tienes hijos: el negocio disfrazado de ilusión que se ha montado en torno a las actividades extraescolares. Desde el fútbol hasta el ballet, pasando por el judo, la equitación o incluso el ajedrez, parece que cualquier disciplina fuera del horario escolar se ha convertido en una máquina de hacer dinero... pero no para ti, claro.

Nos venden la idea de que nuestros hijos pueden ser el próximo Maradona, la próxima estrella del patinaje o la futura figura del motociclismo. Pero detrás de esa promesa hay torneos que te obligan a hacer cientos de kilómetros, pagar hoteles, comidas, entradas, equipaciones carísimas, y cómo no, las famosas botas de Messi o de Cristiano Ronaldo. A eso súmale los gusanitos, los bocatas, las Coca-Colas... y todo pagado en efectivo, por supuesto. Todo en B, todo a base de sacar dinero sin parar.

En este episodio reflexiono sobre hasta qué punto estamos apoyando el desarrollo de nuestros hijos y en qué momento estamos cayendo en un sistema que juega con nuestras emociones y expectativas. ¿Realmente es por ellos o nos han metido en una rueda que no sabemos cómo parar?

Si te has visto alguna vez metido en este lío de torneos, equipaciones y cuotas infinitas, este episodio es para ti.