Certificación PMP, especialización o maestría, ¿qué es mejor?

Esta es una pregunta que me hacen mucho tanto personas para su desarrollo profesional, como empresas para patrocinios de estudio e incluso procesos de selección de talento.

Les voy a contar rápidamente mi historia y mi opinión partiendo de la base que cada quien tiene sus propias condiciones, en otras palabras, no espero que hagan lo mismo que yo o convencerlos de nada, sino que puedan tener elementos para hacer su propio camino.

Soy Mauricio Ospina, bienvenidos a Proyectos para Estrategas, una iniciativa de Proyectiza para promover la reflexión y el intercambio relacionado con dirección organizacional de proyectos desde una perspectiva de negocio.

Estudié Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Manizales y siempre me llamó la atención todo lo que tenía que ver con “proyectos”. En séptimo semestre había una clase de “Gestión de proyectos”, llegué con mucha expectativa, pero fue una gran decepción: un profesor pegado a un libro repitiendo conceptos. Jamás había gerenciado un proyecto. Este es un punto clave: hay que diferenciar la estructuración de la gerencia.

Me gradué y entré a una compañía de gas como asistente de proyectos. Mi jefe no me dio computador, durante tres meses solo leía y aprendía del negocio. Tuve la suerte de tener un jefe-mentor que se sentaba horas a explicarme cosas. Imaginen ese valor para alguien recién graduado. Ni siquiera sabía usar Excel, lo cual revela dos cosas: la importancia de tener un mentor, y aprender herramientas prácticas.

Después de meses, me encargaron estructurar un proyecto de gasificación para varios municipios, buscando subsidios del gobierno. Lo logramos. Ganamos la financiación y empecé a tener resultados. Yo era un estructurador de proyectos, cruzaba información, armaba modelos financieros. Ese relativo éxito me impulsó a seguir en esta línea.

Luego pedí una licencia y me fui a estudiar gerencia de proyectos en la Universidad de Nueva York. Allá conocí el concepto de Extreme Project Management, y entendí la diferencia entre estructurar y ejecutar proyectos. Vi a compañeros con “PMP” al lado del nombre y me dio curiosidad. Cuando regresé a Colombia, decidí certificarme.

En ese momento el PMP era casi desconocido y los cursos costaban una fortuna. Estudié por mi cuenta seis meses usando un simulador. No tenía a quién preguntarle y hubo conceptos que entendí mejor después del examen.

ALCANCE: No se trabaja “en proyectos”; hay subdisciplinas. PMP es para ejecutar, no para estructurar. Si buscas estructuración y evaluación, puede funcionar mejor una especialización o maestría.

TIEMPO-COSTO/BENEFICIO: PMP requiere experiencia. Aunque existen otras como el ACP, el PMP tiene más reconocimiento internacional, más incluso que un posgrado o maestría costosa.

CONCLUSIÓN: Más que elegir entre una u otra opción, se trata de saber qué hacer primero y para qué.

Para estructuradores: ayuda a proponer modelos accionables.

Para ejecutores: brinda un marco conceptual y un lenguaje global.

Para tomadores de decisiones: conocer el marco es útil, pero no necesariamente certificarse.

Si fuera joven y ya tuviera 4 años de experiencia, me certificaría y luego haría un posgrado para tener más “ancho de banda” profesional.