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サマリー
あらすじ・解説
Hoy estaremos leyendo 1 Samuel 7 y 8, Juan 18 y 19 y el Salmo 75:6-10. En 1 Samuel 7, después de años de derrota y confusión, Israel finalmente se vuelve a Dios con todo el corazón. Bajo el liderazgo de Samuel, el pueblo ayuna, se arrepiente y abandona sus ídolos. Y entonces, cuando los filisteos atacan de nuevo, Dios mismo pelea por ellos:
“Ese mismo día el Señor tronó desde el cielo con un fuerte estruendo contra los filisteos y los llenó de pánico” (1 Samuel 7:10, NTV).
Samuel establece una piedra llamada Eben-ezer, diciendo:
“¡Hasta aquí nos ayudó el Señor!” (v. 12).
Pero en 1 Samuel 8, el pueblo vuelve a desviarse. Piden un rey humano, rechazando así el reinado directo de Dios. Aunque Samuel se entristece, Dios le dice que no es a él a quien rechazan, sino a Dios mismo.
Reflexiona: ¿Estás buscando a Dios como tu Rey o pidiendo que otros ocupen Su lugar en tu vida? ¿Estás dispuesto a confiar en que Su gobierno es mejor que cualquier sistema humano?
En Juan 18, Jesús es arrestado injustamente y llevado ante Anás, Caifás y Pilato. Aunque es el inocente perfecto, permanece en silencio muchas veces, sabiendo que su entrega forma parte del plan de redención.
Pilato no encuentra culpa en Él, pero cede a la presión de la multitud. En Juan 19:30, Jesús en la cruz declara:
“¡Todo está cumplido!”
Luego entrega su espíritu.
La cruz no fue un accidente. Fue el trono desde el cual Jesús venció al pecado y a la muerte. Su aparente derrota fue en realidad su victoria.
Reflexiona: ¿Ves a Jesús solo como víctima de la injusticia o como el Rey soberano que entregó su vida voluntariamente por amor a ti? ¿Estás viviendo a la luz de su victoria final?
El salmista reafirma una verdad profunda: la promoción no viene del este, ni del oeste, ni del desierto. En el verso 7 dice:
“Dios es el único juez; a uno humilla y a otro exalta.” (NTV)
Y en el verso 10 añade:
“Derribaré la fuerza de los perversos, pero aumentaré el poder de los justos.”
Todo poder humano es temporal. Toda autoridad verdadera es delegada por Dios. Y al final, el justo será exaltado por la mano de Dios.