Nos sentamos a hablar de O Agente Secreto como si estuviéramos en el recuerdo de algo que aún no ha terminado de pasar. Kleber Mendonça Filho arma una película de dictadura sin manual escolar: mete humor, terror, cinefilia, y esa textura de época que no necesita gritar “setentas” para sentirlos, y no es solo la bota campana.

En este episodio de Cine con Acento la discusión no va por el “mensaje”, sino por algo más cruel: memoria, negación, relatos que ganaron hace tiempo y los intersticios, muy pequeños, donde todavía se pelea. Una película que mira el pasado para decir, sin solemnidad, que el presente sigue usando los mismos disfraces. Un trabajo que termina por recordarnos que la guerra se perdió, pero la batalla se sigue dando

After the Hunt es una de esas películas que parecen pedirnos paciencia, inteligencia y buena voluntad… y sin embargo, aun se sale de ellas con la sensación de haber sido un poco manipulados. En este episodio de Cine con Acento discutimos la más reciente película de Luca Guadagnino desde un desacuerdo frontal: ¿estamos ante un film adulto que confía en la ambigüedad o ante una operación que, a pesar de su empaque elegante, apenas finge complejidad para terminar diciendo lo obvio?

Un campus universitario convertido en espacio seguro, la corrección política como gesto performativo y un conflicto que nunca termina de nombrarse, la charla se mueve en grises incómodos. No para resolverlos, sino para preguntar hasta qué punto esa incomodidad es una apuesta honesta… o una coartada estética más del cine prestigioso contemporáneo.

Hay películas que parecen hablarnos desde otro plano. Sirât de Olivier Laxe es una de ellas. En medio del desierto, un padre busca a su hija perdida entre los ecos de una rave para terminar encontrándose a sí mismo frente al vacío. Ante sus limitaciones humanas que chocan contra el tren de la Naturaleza tanto inmensa como implacable.

Sirât es una experiencia sensorial, pero también espiritual. Es el sonido del polvo, la fragilidad del cuerpo, la soberbia del hombre que cree poder controlar la naturaleza.
En este episodio de Cine con Acento, junto a Sofía Ferrero Carga, nos sumergimos en un viaje de ritmo y reflexión, donde el cine vuelve a ser espejo. Porque siempre tocará buscar un espacio de silencio en medio de un rave que ayude a ubicarnos.

En este episodio, Sofía Ferrero Cárrega y Juan C. Lemus hablaman de Sentimental Value, la más reciente entrega de Joachim Trier, ese director que convierte el silencio en argumento y la incomodidad en poesía visual.

Un padre que vuelve después de años a enterrar la madre de sus hijas, estas que ya aprendieron a no esperarlo, y una casa que guarda tanto secretos como sentimientos . Cine sobre heridas heredadas, pero filmado con una elegancia que solo un vikingo en terapia podría tener.

Hablamos de lo que callan las familias, de los premios que no curan y de la peligrosa costumbre de usar el arte como excusa para pedir perdón. Y sí, también de por qué a veces el cine más frío termina quemando.

Si Tuviese Piernas te Patearía (If I Had Legs I Would Kick You) empieza con un agujero en el techo y sigue con otro en el alma: madre exhausta, hija en inanición programada, marido que apenas se oye y un motel que sabe a derrota. En este episodio, Sofía Ferrero Cárrega y Juan Carlos Lemus leen la película de Mary Bronstein como autopsia de la maternidad neoliberal: culpa, aborto, coaches emocionales, Rose Byrne hecha puro nervio.

Escuchalo, porque siempre será bueno que se diga en voz alta lo que normalmente se barre debajo de la alfombra.

Lynne Ramsay adapta la novela “Mátate, amor” de Ariana Harwicz y nos mete, sin explicaciones ni diagnóstico, en la espiral de Grace (Jennifer Lawrence) y Jackson (Robert Pattinson): deseo, maternidad, aislamiento, la vida bucólica como trampa y una banda sonora que atenaza el pecho. En este episodio hablamos —sin edulcorante— con Sofía Ferrero Cárrera sobre lo que la película deja vibrando: una puesta sensorial que prescinde de la palabra, el amor que no vacila pero que tampoco alcanza. Hablamos del traslado del monólogo interno al cuerpo, del fuera de campo masculino y de por qué esta historia exige pantalla decente y oídos atentos. Además, del cómo la mala exhibición en salas latinoamericanas deforma la experiencia y el juicio. Cerramos con una breve deriva sobre Scorsese (productor) y la racha de ficciones recientes que piensan la carga mental.
Escúchalo y comparte: @conacentopodcast.

Noviembre, ópera prima de Tomás Corredor, encierra a un país entero en un baño durante la toma del Palacio de Justicia. La apuesta funciona cuando ese espacio mínimo se vuelve espejo de Colombia —magistrados, guerrilleros, escoltas y señoras del aseo comprimidos bajo fuego— y se narra la violencia sin panfleto ni espectáculo.

Pero también hay un riesgo: que la angustia de estar atrapados nos iguale a todos y borre diferencias, matices, responsabilidades. En este episodio de Cine con Acento hablamos con Corredor sobre lo que se gana y lo que se pierde en esa decisión, su tránsito de los comerciales al cine y cómo encontró un lenguaje propio entre ética, archivo y resistencia.

La crítica ya abrió el debate:

• Next Best Picture: “transforma magistralmente su escenario de una sola habitación en una olla a presión de tensión y peso emocional” (Will Bjarnar, 8/10).

• Live for Film: “documentary in-the-moment feel en imágenes e interpretaciones”, lejos del espectáculo.

• El Tiempo, con la voz de Helena Urán Bidegain: “muestra con crudeza ese momento, sin sensacionalismo… siguiendo siempre una línea ética”.

• Radiónica: “una herida abierta y una verdad incompleta de la que debemos seguir hablando”.

0:00 – Intro y presentación de Tomás Corredor

9:00 – El baño como microcosmos: decisión ética y mirada desde adentro

18:18 – Duración y ética del tiempo: tensión sin espectáculo de violencia

27:18 – Dramaturgia no clásica: resistencia, Sartre y sociedad civil

33:53 – Técnica y forma: 4:3, archivo y diseño sonoro (Cortázar)

38:00 – Cierre: memoria, no-panfleto y ruta de festivales

Un policía en fuga, un queso robado y un mate mal cebado. Con esos detalles mínimos, Daniel Hendler arma Un cabo suelto, película que acaba de recibir una mención especial del jurado en San Sebastián, tras pasar por Venezia Spotlight y ganar el WIP Latam 2024.

Juan y Dianela la miran en clave rioplatense: comedia de huida que nunca estalla en carcajadas, pero sostiene la sonrisa gracias a un humor seco, apático, casi absurdo. Un cabo argentino cruza a Uruguay para desaparecer, y en el camino roba, improvisa, negocia. Tranza. Ligera, sí; ingenua, no: Hendler prefiere mostrar la confianza de lo cotidiano rural—queseros, cajeras, abogados— antes que el cinismo urbano.

La crítica lo confirma: Screen Daily la llamó “deadpan delight”, OtrosCines celebró su “estructura virtuosa”, y en Desistfilm Mónica Delgado, nuestra colega y amiga, destacó cómo el recorrido por caminos rurales expone diferencias culturales con ironía, aunque advierte su riesgo de localismo.

Un cabo suelto funciona como road movie sin destino final, pero también como retrato de frontera, donde los límites nacionales se vuelven difusos. En tiempos de miserabilismo cinematográfico, Hendler apuesta por personajes generosos y finales abiertos.

Capítulos

0:00 Presentación y contexto

0:55 Ficha de la película: Hendler, reparto, festivales

2:08 El tono: humor sereno y amable sin buenismo

6:39 Identidad, frontera y el mate como delación cultural

14:22 Montaje, saltos temporales y crítica a la policía

20:24 Comunidad, generosidad y contraste ciudad–pueblo