Un sábado de octubre, el profesor de Historia Antigua Diego Lago se despierta aturdido. Al volverse en la cama se encuentra con el cuerpo sin vida de Olivia, su alumna y amante. Tiene la cabeza metida en una bolsa que le han anudado al cuello. Preso del pánico, intenta borrar sus huellas y sale corriendo del piso, situado en el centro de Valencia. Rebeca Blasco, la compañera de Olivia, se la encuentra muerta, cuando regresa de Villa Jacinta, la casa familiar en La Albufera. El grupo de homicidios Alquimista 10, encabezado por los subinspectores Rodrigo (Roi) Melgar y Runa Østberg se encargará de la investigación. Durante el interrogatorio del vecino de las jóvenes, un personaje solitario y raro, su gato tira una maceta del balcón de las chicas, y deja al descubierto un objeto muy extraño, una estatuilla y un dodecaedro. Cuando consultan a un arqueólogo experto, ese cree que la estatuilla es muy valiosa, de la época romana, igual que el dodecaedro. Un mes atrás, Rebeca descubrió un secreto en Villa Jacinta: un yacimiento arqueológico bajo la trampilla de una nave construida en los terrenos con el fin de ocultarlo. No podía imaginar que su hallazgo desencadenaría varias muertes. En paralelo a la investigación, Runa no puede quitarse de la cabeza a Klaus Mikhailov, que sigue escondido y en busca y captura. Para advertirlo, a través de contactos le hace llegar el mensaje de que está en peligro. Por su parte, Roi, que había quedado con su padre en Peñíscola, está preocupado porque este no se presentó y lleva días desaparecido.