Más allá de las mentiras e imprecisiones en que incurre López Obrador en su nuevo libro, hay un objetivo discursivo y propagandístico claro que debemos reconocer si deseamos construir algo mejor a este régimen

Si toda la clase política busca vernos la cara, debemos cultivar la duda sistemáticamente. Una herramienta útil es construir cuestionarios a partir de las cosas que no nos cuadran. Como ejemplo, imaginemos que soy un líder local en Michoacán y me busca el Movimiento del Sombrero para afiliarme.

En política hay que evitar explicaciones simplistas, como asumir que Gertz Manero fue nombrado embajador porque estaba investigando a Adán Augusto López. Sin afirmar o negar lo anterior, y admitiendo que podría haber algo de eso, hay que desmenuzar supuestos tan simples para entender mejor lo público.

En cuestión de semanas, Claudia Sheinbaum abandonó su discurso triunfalista, para llamar a la defensa de la soberanía ante el intervencionismo conservador. ¿De verdad le será útil? ¿Por cuánto tiempo?

Semanas después del relanzamiento del PAN, el sábado pasado vimos otra renovación opositora, esta vez de color rosa

Todo indica que Morena busca mover la fecha de la revocación de mandato a 2027, pensando que con eso arrasará en las intermedias. Sin embargo, ¿será una buena idea en el mediano plazo?

¿Se desbordará la juventud en la marcha convocada por un grupo que se dice parte de la Generación Z? ¿O debemos decir "no lo sé, Rick: parece falso" emulando al célebre Chumlee?

Ante una tragedia de tal magnitud como el asesinato del alcalde de Uruapan en plena celebración pública, ¿quienes son los carroñeros? ¿El gobierno? ¿La oposición? ¿O será que ambos?