エピソード

  • "SOLO DIOS CONOCE EL CORAZON"
    2025/12/14

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    Hoy quiero invitarte a detenerte por un momento.
    A silenciar el ruido, las opiniones rápidas, las conclusiones apresuradas…
    y a escuchar con el corazón.

    Porque todos, en algún momento, hemos juzgado.
    Con una mirada, Con un pensamiento, Con una palabra que quizá nunca dijimos en voz alta, pero que sí pronunciamos dentro de nosotros.

    Y muchas veces no somos conscientes del daño que eso provoca…
    ni del peligro espiritual que encierra.

    Porque antes de hablar de juzgar a otros, necesitamos mirarnos por dentro.
    Todos, sin excepción, hemos sido jueces en algún momento, Jueces silenciosos.
    Jueces rápidos, Jueces que creen saber… sin haber preguntado.

    Y cuando juzgamos, muchas veces olvidamos algo esencial:
    solo Dios conoce el corazón.

    Había un hombre que cada domingo se sentaba en la banca más cercana a la puerta. Entraba cuando la adoración casi terminaba y salía antes de que el servicio concluyera.

    Algunos decían:
    —“No tiene respeto, No valora la presencia de Dios, Deberiamos Vigilarlo a ver que esta haciendo.”

    ¿Te parece haber escuchado o hecho esto? Pero nadie conocía su historia.

    Ese hombre trabajaba toda la noche. (era Guardian de Seguridad en un edificio) y debia amanecer parado vigilando toda la noche. Venía directamente del turno más pesado. No quería irse a casa sin antes pasar por la casa de Dios.No tenía fuerzas para cantar, pero tenía un corazón que decía en silencio:
    “Señor, aquí estoy… como puedo.”

    Mientras algunos lo juzgaban,
    Dios lo recibía, Porque Dios no mira relojes, mira corazones, No cuenta minutos,
    cuenta intenciones. El problema del juicio no es solo que lastima al otro,
    sino que nos endurece a nosotros.

    Cuando juzgamos, dejamos de amar, Cuando juzgamos, dejamos de escuchar.
    Cuando juzgamos, dejamos de parecer hijos de un Padre misericordioso.

    Jesús nunca se acercó a las personas con juicio, sino con verdad envuelta en gracia. Él no negó el pecado,
    pero nunca negó la dignidad de quien tenía delante.

    Y eso nos confronta, porque muchas veces hacemos lo contrario:
    vemos el error y olvidamos a la persona. La Biblia nos recuerda esto:
    “El hombre mira lo que está delante de sus ojos,
    pero Jehová mira el corazón.”

    Eso nos enseña algo profundo: nuestra visión es limitada, pero el amor de Dios es completo. Tú no conoces las noches de llanto de esa persona. No sabes las oraciones que ha hecho en silencio. No conoces las batallas que libra cuando nadie la ve.

    Por eso, juzgar es ocupar un lugar que solo le pertenece a Dios.Tal vez hoy Dios nos está llamando a soltar el juicio y a tomar la compasión.

    A cambiar la crítica por intercesión, A cambiar la sospecha por misericordia.
    A cambiar el “yo creo que…”
    por un “Señor, ayúdalo”.Porque la iglesia no es un tribunal, es un hospital.
    Y en un hospital, nadie juzga a los heridos… se les cuida.Si alguna vez has sido juzgado, Dios te vio, Dios te entendió, Dios nunca te rechazó.

    Y si alguna vez has juzgado, hoy es un buen día para rendir eso al Señor

    Repite esta Oracion Conmigo:

    Padre amado,
    límpianos de todo juicio que no viene de Ti.
    Danos ojos para ver con compasión
    y un corazón dispuesto a amar sin condiciones.

    Enséñanos a recordar que solo Tú conoces las razones,
    los procesos y las luchas de cada vida.
    Haznos instrumentos de gracia y no de condena.
    Amén.

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    7 分
  • "EN EL MOMENTO MAS OSCURO"
    2025/12/03

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    Hay historias que nacen en lugares donde el alma tiembla… donde el miedo parece más grande que la esperanza. Historias que no escogen el día ni la hora para tocar la puerta, pero que cambian la vida para siempre.
    Hoy quiero contarte una de esas historias.
    Mi historia.
    La historia de una madre y su hijo… y de un Dios que nunca abandona.

    Hubo un tiempo en mi vida que jamás imaginé vivir. Días en los que veía a mi hijo pasar por procesos de enfermedad que desgarraban mi alma. No eran noches fáciles. No eran diagnósticos simples. Eran momentos que te hacen cuestionar todo… momentos donde el dolor te acorrala.

    Recuerdo estar sentada en una sala fría, mirando a mi hijo, sintiendo cómo la desesperación me empujaba a un vacío que no sabía cómo llenar.
    Y fue en ese lugar —justo ahí— donde también descubrí la fuerza que no sabía que tenía.

    En uno de esos días, cuando más necesitaba apoyo, miré a mi alrededor… y no había nadie. Personas que pensé que se quedarían, desaparecieron. Las manos que creí que se extenderían para sostenerme, nunca llegaron.

    Y me encontré sola, sin recursos, sin dinero, sin fuerzas. Pero entre todo lo que perdí… hubo algo que jamás se apagó:
    Mi fe en Dios.

    Porque cuando el mundo se queda en silencio, la voz de Dios se escucha más clara. Cuando la gente se va, Dios se queda, Cuando el miedo te paraliza, Él te sostiene.

    Cada día me aferré a una sola verdad:

    “Dios tiene un propósito con mi hijo, y Él lo cumplirá.”

    Y en mi angustia, Dios fue mi refugio, En mi cansancio, Dios fue mis fuerzas.
    En mis lágrimas, Dios fue mi consuelo, En cada paso incierto, Él se convirtió en mi certeza. No tenía dinero, no tenía recursos, pero tenía algo que el cielo reconoce: una fe desesperada pero firme.
    Una fe que clama aun cuando la voz tiembla.
    Una fe que se aferra cuando la mente dice “no hay salida”.

    Y esa fe, esa pequeña llama que cuidé con mi propio dolor, fue la que me sostuvo.

    EL MILAGRO NO SOLO FUE PARA MI HIJO… FUE PARA MÍ

    Dios comenzó a abrir puertas que yo no imaginaba, a mover corazones, a proveer de formas sobrenaturales.
    Sanidad, provisión, fuerzas…

    COMENZO A MOBILIZAR UN EJERCITO DE HOMBRES Y MUJERES CON CORAZONES INTERCESORES DISPUESTOS A ORAR EN TIEMPO Y FUERA DE TIEMPO SIN RESERVAS, SIN JUSTUFICACIONES AQUELLOS QUE SIEMPRE ESTAN DISPUESTOS A ACUDIR AL LLAMADO DE DIOS
    Y Fue entonces cuando Dios se manifestó.

    Hoy mi hijo es testimonio vivo de que cuando Dios tiene un propósito, nada puede detenerlo.

    Pero también entendí algo más profundo:
    Dios no solo sanó a mi hijo…
    Dios me sanó a mí.
    Me enseñó a confiar, a esperar, a creer aun cuando todo decía “es imposible”.

    Me enseñó que una madre con fe es una guerrera celestial.

    Madre que me escuchas… Quizás estás llorando en silencio, Quizás estás cansada, desgastada, con miedo, Quizás sientes que la gente se alejó, que no tienes recursos, que la carga es demasiado pesada…

    Pero hoy quiero hablarte desde mi propia herida convertida en victoria:

    No estás sola.
    Dios está contigo, incluso si no lo sientes.
    Él cuida a tu hijo más de lo que tú misma puedes cuidarlo.
    Él está trabajando incluso cuando tú estás llorando.
    Él está obrando aun cuando tú no ves nada.

    Y lo que hoy te duele, mañana será testimonio.
    Lo que hoy te rompe, mañana te hará más fuerte.

    Lo que hoy te roba el sueño, mañana te hará levantar tus manos y decir:

    “Dios estuvo aquí… y nunca me soltó.”

    Salmos 46:1 – “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    9 分
  • ¿POR QUE TIENES MIEDO?
    2025/12/02

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    Hoy quiero reflexionar sobre un tema que a nos afecta a todos de vez en cuando: el miedo.

    Muchos de nosotros nos paralizamos ante las tormentas de la vida, sintiendo que no hay salida.
    Pero, si decimos que creemos en Jesús,
    ¿por qué permitimos que el miedo nos domine?
    ¿No dice la Biblia que para Él no hay nada imposible?
    ¿Por qué tenemos miedo?

    El miedo es una emoción natural, pero a menudo se convierte en un gigante que nos bloquea, impidiéndonos ver la mano de Dios.
    A veces, nuestro miedo surge de la duda, de no creer realmente que Dios tiene el control, o de dudar de Su amor por nosotros.

    Cuando Pedro intentó caminar sobre el agua con Jesús, todo iba bien hasta que vio el viento fuerte y tuvo miedo, y empezó a hundirse,
    Jesús le dijo: "¡Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?".
    Nuestra duda es el ancla que nos hunde.

    La verdad que a menudo olvidamos está en Marcos 9:23 , donde Jesús le dijo al padre de un niño: "Si puedes creer, al que cree todo le es posible".

    Esto significa que no hay montaña demasiado alta,
    ni valle demasiado profundo,
    que Jesús no pueda manejar si confiamos en Él.

    La palabra "posible", aquí implica poder y capacidad.

    Además, Dios nos ha dado promesas claras para combatir el temor:
    Isaías 41:10 "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia".
    1 Juan 4:18 "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor".

    El miedo es, en esencia, cuando ponemos nuestra fe en las cosas negativas,
    En lugar de ponerlas en el poder la Sangre que fue derramada en la Cruz del Calvario, por Cristo Jesús.
    Cuando elegimos temer, estamos activando la duda y estamos limitando la manifestación del poder de Dios, el poder de Jesús, el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas.

    La clave para vencer el miedo no es tener una vida sin problemas,
    sino tener una vida con una fe tan grande que los problemas se vean pequeños.
    El amor perfecto de Dios es el antídoto contra todo temor.
    Aférrate a Sus promesas
    Aférrate a sus Palabras,
    Aférrate a su Amor,
    y recuerda que Él está con nosotros, podemos caminar con valentía, sabiendo que para el que cree, todo es posible a través de Jesús.
    Deja de invitar la derrota con tu temor y activa la victoria con tu fe.
    En el nombre de Jesús, amen.

    Dios te bendiga.

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    8 分
  • “LA PELEA POR TU ALMA”
    2025/12/01

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    Hoy… quiero que respires profundo

    Quiero que por un momento cierres los ojos y te escuches. Porque este episodio no es para entretenerte… Es para confrontarte. Es para recordarte una verdad que a veces evitamos: La batalla más grande que pelearás en tu vida… es la batalla por tu propia alma.

    Cuando pensamos en “pelear por nuestra alma”, imaginamos demonios, ataques espirituales, guerras invisibles… y sí, hay un mundo espiritual real.

    Pero ¿sabes cuál es la pelea más brutal? La que se libra dentro de ti. La guerra silenciosa entre lo que eres… y lo que Dios quiere que seas, Entre tu pasado… y tu propósito, Entre tu orgullo… y tu quebranto.

    Entre tu voluntad… y la voluntad del Padre.

    Porque no siempre es Satanás quien quiere destruirte; muchas veces somos nosotros mismos los que nos estamos perdiendo.

    Hay batallas que el enemigo no tiene que pelear…Porque nosotros mismos nos encargamos de destruirnos:

    • Cuando elegimos guardar ira en lugar de perdón.
    • Cuando dejamos que el orgullo nos haga sordos a la corrección.
    • Cuando cargamos rencor como si fuera un tesoro y no una cadena.
    • Cuando el resentimiento se vuelve parte de nuestra identidad.
    • Cuando preferimos tener la razón… antes que tener paz.

    Jesús dijo:
    “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo.”
    No dijo “niégate al diablo”.
    Dijo: “Niégate a ti mismo.”

    Porque tú eres tu mayor obstáculo, Tú eres tu mayor rival, Tú eres la voz que más te sabotea. Satanás tienta… pero tú decides.

    Hay una fatiga emocional que no viene del diablo, sino de luchar contra ti mismo:

    • De intentar amar cuando te lastimaron.
    • De intentar perdonar cuando tu corazón quiere venganza.
    • De humillarte cuando tu carne quiere gritar.
    • De rendir tu voluntad cuando tu ego quiere mandar.

    La Biblia dice:
    “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.” Pero ¿Cómo guardas algo que está en guerra consigo mismo? La respuesta es dolorosa, pero sanadora:
    Rindiendo tu corazón a Dios, no a tus emociones.

    No puedes salvar tu alma viviendo como tu peor enemigo, La verdadera pelea espiritual no se gana en un altar… Se gana en las decisiones diarias: Cuando eliges perdonar aunque duela, Cuando decides soltar lo que te hiere, Cuando escoges callar para evitar herir, Cuando escoges amar primero, Cuando vences tu orgullo antes de que tu orgullo te venza a ti, No siempre es Satanás quien te quiere destruir… A veces es tu terquedad, A veces es tu falta de perdón, A veces es tu ego. Y Dios no te pide que derrotes demonios primero, Dios te pide que te derrotes a ti mismo.

    Porque el “viejo tú” es tu mayor enemigo.

    Pelear por tu alma no es hablar en lenguas, ni gritar, ni reprender.
    Pelear por tu alma es:

    • Mirarte en el espejo y admitir que necesitas sanar.
    • Abrir el corazón y permitir que Dios te rompa… para volver a armarte.
    • Liberar lo que te está matando por dentro.
    • Dejar que el Espíritu Santo te transforme… aunque duela.

    Esta es la batalla que define tu eternidad:

    ¿Le permitirás a Dios ganarte a ti… o seguirás aferrado a lo que te destruye?

    Hoy te quiero preguntar algo que tal vez nadie te ha preguntado:

    ¿Qué parte de ti te está robando tu alma?

    ¿Tu orgullo?

    ¿Tu rechazo?

    ¿Tu trauma?

    ¿Tu deseo de tener control?

    ¿Tu dolor que ya se volvió identidad?

    No le eches la culpa al enemigo por lo que todavía no has decidido entregar a Dios.

    Porque tu alma depende de una sola decisión:

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    8 分
  • "UN ENCUENTRO INCONDICIONAL
    2025/11/25

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    "Nuestra vida estaba sumida en el caos.
    Desorden familiar, pecado, un vacío que nada podía llenar.
    Caminábamos sin rumbo, buscando paz en los lugares equivocados.
    La desesperanza era nuestra compañera constante."

    "En medio de esa profunda necesidad, un día, mi esposa y yo decidimos visitar una iglesia. No sabíamos qué esperar, solo que necesitábamos un cambio desesperadamente. Fue un paso de fe, un rayo de esperanza en medio la oscuridad."

    "Allí, en ese lugar sagrado, conocimos algo transformador: la presencia de Dios Padre, la presencia de Jesús, nuestro Salvador, y la presencia reconfortante del Espíritu Santo. Un amor que nunca habíamos experimentado, que nos envolvió y nos dio nueva vida."

    "En ese altar sagrado, tocados por Su inmenso e inmerecido amor,
    no solo tomamos una decisión, sino que rendimos nuestra bandera.
    Entregamos las riendas de nuestro matrimonio, nuestras vidas rotas, nuestros planes fallidos y todo lo que somos a Jesús.
    Fue un acto de entrega total, un intercambio divino: nuestro caos por Su paz, nuestro pecado por Su gracia, nuestro vacío por Su plenitud."

    "Y la historia no termina ahí, a lo largo de cada episodio, iremos narrando cada uno de nuestros testimonios, porque creemos, que los testimonios llegan para testificar de la grandeza de Dios, para que sea visible en la tierra, las grandes cosas que Dios tiene guardada para los que lo buscan en espíritu y en verdad.
    Hoy, permanecemos firmes en ese mismo altar.

    Permanecemos como residentes permanentes en los brazos amorosos del Padre. Hemos descubierto que el amor de Dios no es un evento de una sola vez, sino un refugio constante, un hogar donde somos amados incondicionalmente, restaurados diariamente y guardados por Su gracia.
    Es nuestra fuerza, nuestro fundamento y nuestra razón de vivir. Si pudimos encontrar paz en el caos, tú también puedes. ¡Hay una esperanza para tu matrimonio fallido, Hay una esperanza para tu familia, Hay una esperanza para tus hijos, ¡Hay una esperanza para el mundo hoy, y esa esperanza está en Cristo Jesús!"

    Corre a sus brazos de amor, corre a su altar, corre a su presencia, e aseguro que, así como nosotros lo conocimos y estamos siendo restaurados todos los días, tu vida puede cambiar, tu familia puede cambiar tu entorno puede cambiar.

    Que estas esperando, entrega tu vida, entrega tu corazón, entrégate completamente al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo

    Dios te bendiga.

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    8 分
  • “SALVACIÓN: EL LLAMADO QUE NO PUEDE ESPERAR”
    2025/11/24

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    Hay momentos en la vida en los que Dios decide interrumpir nuestra rutina. Momentos que parecen simples… pero son eternos.
    Imagina que vas caminando por la calle, pensando en tus cosas, sin buscar nada “espiritual”, sin esperar nada especial. Y de repente, Dios coloca a una persona frente a ti.
    Una mirada triste.
    Una pregunta no dicha.
    Una alma que necesita esperanza.
    Y ahí… justo ahí… el cielo está observando cómo responderás.

    EL EVANGELIO NO ES SOLO PARA CONTAR, ES PARA RESPONDER

    La salvación no es una historia antigua, es una urgencia presente.
    No es un mensaje solo para el templo, es un mensaje para la vida.
    Porque la salvación no comienza en las cuatro paredes de una iglesia;
    comienza en los pasillos del supermercado, en la fila del banco, en el taxi, en la tienda, en el trabajo, en el hogar.

    Jesús nunca esperó a que la gente llegara a un edificio… Jesús caminó.
    Jesús se acercó, Jesús habló, Jesús miró más allá de las apariencias y alcanzó corazones rotos.

    La Biblia nos dice esto:

    “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo…”
    (2 Timoteo 4:2)

    Eso significa: No esperes el momento perfecto, No esperes tener las palabras correctas, No esperes un micrófono, un púlpito, una plataforma o un título.

    El evangelio se predica con urgencia, porque hay almas que no tienen tiempo que perder.

    A veces pensamos que solo los pastores o líderes deben hablar.
    Pero el cielo te dio a ti una voz, Dios te dio una historia, Dios te dio un testimonio, Dios te dio encuentros divinos disfrazados de momentos simples.

    EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, LA REALIDAD ES DURA

    La Escritura nos advierte:

    “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina…
    se apartarán de la verdad…”
    (2 Timoteo 4:3-4)

    Ese tiempo ya llegó, Vivimos días donde muchos escuchan pero no creen, ven pero no perciben, necesitan salvación pero la rechazan, Sin embargo, el rechazo no debe frenar nuestro llamado; debe intensificarlo.

    Porque el evangelio no es opcional, es vida o muerte, Es cielo o infierno.
    Es esperanza o vacío.

    UNA PREGUNTA QUE DEBES RESPONDER HOY

    ¿A cuántas personas Dios te ha enviado…
    pero dejaste pasar la oportunidad?

    ¿En cuántos lugares te inspiró a hablar…
    pero lo pospusiste?

    ¿Cuántas veces sentiste el impulso del Espíritu Santo…
    pero lo apagaste por vergüenza, miedo o rutina?

    Dios no está buscando expertos… está buscando disponibles.

    EL LLAMADO ES SIMPLE: HABLA

    Habla de Cristo mientras caminas.
    Habla de Cristo mientras trabajas.
    Habla de Cristo cuando nadie escucha… y cuando todos escuchan.
    Habla cuando tengas palabras… y cuando solo tengas lágrimas.
    Habla porque este mundo se está oscureciendo,
    y tú eres luz.

    Cada día es una oportunidad irrepetible.
    Cada persona que se cruza en tu camino puede ser una asignación divina.
    La salvación sigue siendo el mayor milagro,
    y el evangelio sigue siendo la mayor responsabilidad.

    No esperes un escenario.
    No esperes una invitación.
    No esperes un protocolo.Predica. Ama. Comparte. Insiste.
    Porque Cristo viene.
    Porque las almas se están perdiendo.
    Porque el tiempo es ahora

    REPITE ESTA ORACION

    Señor Jesús,
    abre mis ojos para ver las oportunidades que Tú me das cada día.
    Despierta mi corazón para sentir la urgencia de predicar Tu palabra.
    Quita de mí el temor, la vergüenza y la duda.
    Hazme valiente, sensible y obediente a Tu voz.
    Pon palab

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    8 分
  • ¿QUIERES SER SANO?
    2025/11/19

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    Hoy viajaremos en el tiempo, a la antigua Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas, a un lugar especial, pero lleno de desesperanza: el estanque de Betesda.
    Un lugar que albergaba a muchos enfermos, ciegos y paralíticos, todos con una misma esperanza.

    La creencia popular decía que, de vez en cuando, un ángel descendía y agitaba el agua del estanque.
    El primero en tocar el agua después de la agitación se sanaría milagrosamente.
    Entre la multitud, un hombre destacaba por su sufrimiento prolongado: llevaba paralítico 38 años.

    Jesús, en una de sus visitas a Jerusalén para una fiesta judía, vio al hombre.
    Acercándose con compasión, le hizo una pregunta que, a simple vista, parecía obvia:
    "¿Quieres ser sano?"
    "Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua; y mientras yo llego, otro baja antes que yo".

    El hombre, más que una respuesta, dio un grito de frustración y soledad. Nadie se había detenido a ayudarle en casi cuatro décadas.

    Pero Jesús no vino a ofrecerle ayuda para entrar en el estanque, sino una sanación instantánea por Su propio poder. Con autoridad, le dijo:
    "Levántate, toma tu lecho y anda".

    Al instante, el hombre fue sanado. Tomó su camilla y comenzó a caminar. La sanidad fue un milagro visible, pero ocurrió en sábado, lo que generó controversia con los líderes religiosos.

    Los fariseos lo criticaron por cargar su lecho en día de reposo, enfocándose en la ley en lugar del milagro de vida.
    La historia nos enseña que solo en Jesús encontramos verdadera esperanza y restauración, más allá de ritos y tradiciones.
    La historia del paralítico de Betesda nos recuerda que Jesús ve nuestro sufrimiento y nos ofrece una sanidad que va más allá del cuerpo, una sanidad del alma. Él nos pregunta hoy:
    "¿Quieres ser sano?". ¿Cuál es tu respuesta?

    La historia del paralítico de Betesda no es solo un relato de un milagro antiguo; es un espejo de nuestra propia condición humana.
    ¿Cuántos de nosotros yacemos postrados en nuestros propios estanques de desesperanza, paralizados no por una enfermedad física, sino por el miedo, la adicción, el resentimiento o la soledad?

    Durante años, este hombre miró el agua, esperando una ayuda que nunca llegaba a tiempo.
    Pero Jesús no le ofreció un método o una fórmula; le ofreció Su presencia transformadora.
    Donde otros veían a un "infractor del sábado", Jesús vio a un alma herida que anhelaba ser libre.
    Hoy, Jesús se detiene junto a tu propio "estanque" de limitaciones y te mira con la misma compasión infinita.
    Él no te pregunta qué te paraliza, ni por qué estás ahí, sino:
    "¿Quieres, de verdad, ser sano?
    ¿Estás dispuesto a soltar tu camilla —esa excusa que has cargado por años— y aceptar una vida nueva?"

    Su poder no depende de que seas el primero en reaccionar, o de que tengas a alguien que te empuje.
    Su gracia es un regalo inmediato, disponible ahora mismo.
    La verdadera sanidad comienza cuando, por fe, nos levantamos al escuchar Su voz y decidimos caminar en la plenitud y el propósito que Él tiene para nosotros.

    Que esta historia nos inspira a dejar de mirar las aguas turbulentas de nuestros problemas y a fijar nuestra mirada en Aquel que tiene el poder de restaurar nuestra vida por completo.

    Dios te bendiga.

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    7 分
  • CUANDO EL AFAN TE ROBA EL ALIENTO
    2025/11/16

    Nos encantaria Saber de ti y tu experiencia con palabras de Bendicion, envianos un mensaje de texto

    Hoy quiero hablarte de una mujer llamada Rebeca

    Quien Cada mañana despertaba antes del amanecer. No porque quisiera, sino porque su mente la empujaba fuera de la cama con una lista interminable de “¿y si…?”.

    ¿Y si el dinero no alcanza? ¿Y si pierdo mi trabajo? ¿Y si algo le pasa a mis hijos? ¿Y si no soy suficiente?

    Rebeca vivía en piloto automático: respiración corta, corazón acelerado, pensamientos corriendo más rápido que ella.
    Una mañana, camino al trabajo, sintió que el pecho se le cerraba. Se detuvo. Respiró hondo tratando de calmarse. Y allí, en medio del ruido de los carros pasando, algo la hizo mirar al cielo. Un pájaro pequeño cruzó sobre ella… tranquilo, despreocupado… como si no tuviera miedo del mañana.

    Y en ese instante, una frase suavemente conocida resonó en su corazón: “Por nada estéis afanosos…” (Filipenses 4:6).

    Rebeca supo que Dios la estaba llamando a soltar. El afán es un ladrón silencioso. No toca la puerta, no pide permiso. Se mete en los pensamientos, ocupa el corazón, consume la paz, roba el presente, y nos convence de que si no lo solucionamos todo hoy… algo va a salir mal mañana. Pero la Biblia no ignora la realidad. Dios no dice que no habrá problemas. No dice que no tendremos dudas, responsabilidades o desafíos. Lo que Dios nos dice es algo más poderoso:

    “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” (Filipenses 4:6)

    Es como si Dios estuviera diciendo: “No lleves solo lo que yo nunca te pedí que cargaras.”

    El afán nace cuando creemos que todo depende de nosotros. La paz nace cuando recordamos que todo depende de Él. Jesús mismo dijo en Mateo 6 que las aves no siembran ni cosechan, pero Dios las alimenta. Y añadió:
    “¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”

    Cada vez que te preocupas de más… no eres débil, eres humano. Pero cuando decides soltar, confiar y descansar en Él… estás viviendo como hijo, como hija, como alguien que tiene un Padre que cuida incluso los detalles que tú no ves.

    Quizá hoy tú te sientes como Rebeca: cansado, abrumado, con el alma apretada por tantos “¿y si…?”.
    Pero Dios te dice:

    “Entrégame el afán. Entrégame el peso. Entrégame lo que te está robando la vida.”

    Y promete algo más: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:7)

    La paz de Dios no es lógica, no es humana, no es limitada. Es sobrenatural. Y hoy está disponible para ti.

    Oración Final Señor, en este momento venimos delante de Ti con el corazón abierto. Tú conoces cada pensamiento que nos inquieta, cada carga que hemos llevado en silencio, cada preocupación que hemos permitido que nos robe la paz.

    Hoy te entregamos nuestro afán Te entregamos lo que no entendemos, lo que tememos, lo que nos duele y lo que aún no sabemos cómo resolver.

    Ponemos en tus manos nuestros “¿y si…?” y los cambiamos por “Tú estás conmigo”. Padre, derrama sobre nosotros esa paz que sobrepasa todo entendimiento.
    Guarda nuestra mente de la ansiedad, guarda nuestro corazón del miedo, y recuérdanos cada día que no estamos solos, que Tú cuidas de nosotros mejor de lo que podemos cuidar de nosotros mismos. Enséñanos a confiar, a descansar, a orar antes de preocuparnos, y a vivir como hijos e hijas que tienen un Padre fiel.

    Gracias, Señor, porque en Ti encontramos refugio, dirección y descanso.
    Hoy decidimos soltar… y confiar. En el nombre poderoso de Jesús, amén.

    Palabras de Bendicion

    続きを読む 一部表示
    7 分