Aprenderemos sobre las estrategias divinas que Diosusó para llevar a Josué a la Tierra Prometida, y cómo estas mismas nos guiarán a nosotros para conquistar diferentes aspectos en nuestras vidas personales.Comprenderemos que, al caminar en la voluntad de Dios, siempre habrá oposición en esta lucha espiritual.

Examinaremos la conquista de otros siete reyes y naciones que Josué tuvo que destruir por completo, que nos enseñarán a identificar y aniquilar los siete espíritus o áreas de esclavitud que, aunque no vinieron de fuera, ya estaban dentro de nuestra vida antes de venir a Cristo.

Analizaremos al cananeo, que representa el espíritude esclavitud o celo, impidiéndonos soltar posesiones o defectos que pensamos que "así somos". Conoceremos al heteo, que nos habla del espíritu de temor o terror, y cómo la paz de Dios será nuestro testimonio y guía, nunca el miedo.

Identificaremos al heveo (el espíritu de adormecimiento o flojera), al fereseo (el espíritu del mundo o el énfasis en las posesiones terrenales), y al jergeseo, que nos mostrará cómo la mente natural rechaza la fe y lo sobrenatural.

Finalmente, discutiremos cómo venceremos al amorreo (el espíritu del anticristo que manipula y repite mentiras) y al jebuseo (el espíritu de error que nos separa de las cosas de Dios, a menudo a través de malas amistades).

Descubriremos que, si no conquistamos completamente estas áreas en nuestra vida, no podremos disfrutar plenamente la vida cristiana que Dios diseñó para que la disfrutemos.

Estudiaremos la astucia de los gabaonitas, una tribuque, movida por el gran temor que les causó la fama de Josué, decidirá utilizar el engaño para fingir ser embajadores de una tierra muy lejana. Nos daremos cuenta de la seriedad de este asunto cuando Josué y los príncipes de Israel cometerán un grave error: celebrarán una alianza de paz con ellos, concediéndoles la vida, porque no consultaron a Dios. Descubriremos por qué Dios toma tan en serio nuestros compromisos y juramentos y entenderemos la necesidad desiempre preguntarle al Señor antes de tomar cualquier decisión de compromiso o de dar nuestra palabra.

Luego, veremos cómo Dios usará este error de Josué para transformar las cosas para bien y para bendición del pueblo. En Josué capítulo 10, analizaremos la estrategia de Dios para derrotar a cinco reyes muy poderosos, los reyes amorreos, quienes se unirán para atacar a los gabaonitas que acababan de pactar con Israel. Identificaremos a estos cinco reyes como representaciones de los ataques del espíritu del anticristo. Seremos testigos del poder de Dios, quien peleará por Israel, llenando a los enemigos de consternación y arrojando grandes piedras desde el cielo. Josué le pedirá al Sol que se detenga.

El día de hoy comenzaremos un viaje que nos transformará a través del libro de Josué. Este libro no solo nos narra las antiguas conquistas de Israel, sino que también nos prepara profundamente para la guerra espiritual que enfrentamos en nuestra vida.

Nos adentraremos en los primeros cinco capítulos, un tiempo fundamental de la comisión de Josué y la preparación del pueblo antes de que pisen el campo de batalla.

Descubriremos cómo Dios establecerá a Josué como líder, enfatizando que Él es quien selecciona y establece a la autoridad. Aprenderemos que, si Dios está con nosotros, nadie podrá hacernos frente, siempre y cuando nos esforcemos y seamos valientes para cuidar de hacer conforme a toda Su Ley. Veremos que el secreto para la victoria reside en la unidad entre el pueblo de Dios y el líder establecido, pues un ejército dividido nunca ganará la batalla.

Además, exploraremos la asombrosa historia de Rahab, la cual nos demostrará que uno de los propósitos esenciales de la guerra espiritual será salvar a los perdidos, mostrando la misericordia de Dios, incluso en las situaciones más difíciles.

Finalmente, comprenderemos el significado profundo del cruce del Jordán, que nos enseñará a mantener nuestros ojos fijos en el Arca, es decir, en el Señor Jesucristo, nuestro verdadero líder, sin distraernos por las fallas de los demás. Todo esto nos conducirá a la reconciliación y reconsagración que el pueblo deberá experimentar mediante la circuncisión y la celebración de la Pascua antes de la conquista.