Día 5 María, la Navidad y mi familia
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Día 5 María, la Navidad y mi familia
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このコンテンツについて
Por Alma Aguilar
🤲 La Última Lección de la Cruz: Ser Discípulas Confiables (Día 5) 🤲
¡Hemos llegado al final de nuestra serie María, la Navidad y mi Familia! Cerramos con un mensaje de esperanza, prioridad y llamado a la acción.
En este día, Alma Aguilar nos lleva a la escena más significativa del Evangelio: Jesús en la Cruz.
🎙️ CHARLA NÚMERO 5: "Haznos Esas Discípulas"
Dejamos atrás los evangelios sinópticos para ir a Juan 19:26-27, donde Jesús, en medio de su sufrimiento, realiza un acto de amor y provisión que nos da una promesa y un propósito:
"Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa."El Llamado a la Confianza y la Provisión:
- Jesús Nos Ve: Así como Jesús hizo contacto visual con Su madre, Él ve nuestro dolor, nuestra angustia y la condición de nuestra familia. Él no ha cambiado Su plan.
- Prioridad en el Dolor: Aun en Su momento más difícil, Jesús se aseguró de que Su madre fuera cuidada. Esta es la garantía de que Él cuidará de nuestros hijos, esposos, hermanos y padres, sin importar cuán perdidos o lastimados se encuentren.
- Nuestro Propósito: Jesús confió a Su madre al discípulo amado (Juan). Esto nos llama a ser esa clase de discípula: aquella a quien Jesús puede mirar y confiarle Sus tesoros, Su familia.
Tu Misión en Esta Navidad:
- Abre la Puerta: No dejes que la soledad o las frustraciones del pasado te impidan ser de bendición. Sé tú la discípula que abre su corazón y su hogar a esa madre, hermana o persona que se siente olvidada e invisible en la congregación o en tu círculo.
- Sé la Provisión: En vez de enfocarte en lo que te falta, enfócate en la certeza de que ya estás segura en las manos de Jesús. Él te ha cuidado, y ahora tú puedes cuidar de alguien más.
Que esta última charla te dé la valentía de creer en las promesas de Dios, pararte firme en Su Palabra y abrir tu corazón para convertirte en el canal de bendición que otra persona necesita desesperadamente en esta temporada.
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