"PRETEXTOS" se enfoca en el concepto de la misión en un contexto religioso, particularmente desde una perspectiva cristiana. Inicialmente, se establece que el propósito de una persona es su misión, ejemplificando esto con la misión de Jesús de buscar y salvar a los perdidos. Después de cumplir su ministerio, Jesús dejó una misión clara para sus seguidores: hacer discípulos en todas las naciones. El documento luego explora la tendencia humana a rechazar la misión confiada por Dios, a menudo citando pretextos o falta de fe, como en la historia de la viuda de Sarepta y las objeciones de Moisés y Jeremías. Se presentan tres excusas comunes para no cumplir con las tareas espirituales, como la falta de capacidad, talentos o conocimiento teológico. Para contrarrestar estas excusas, el texto afirma que Dios acompaña, capacita y provee cuando llama, usando como ejemplos a Moisés, Jeremías y la viuda. Finalmente, la historia de Jesús y la mujer samaritana ilustra cómo la transformación a través de Cristo permite a una persona, incluso con excusas previas, convertirse en un instrumento para invitar a otros a la fe.

Este tema explora la dificultad inherente de los seres humanos para obedecer, planteando que esta tendencia se remonta al acto de desobediencia de la primera humanidad. Se discuten las razones por las cuales a la gente le cuesta obedecer, como la falta de un beneficio o sanción inmediata, la ambición personal y la tendencia pecaminosa innata con la que se nace. Además, enfatiza la importancia de creer en las promesas de Dios y aceptar la naturaleza de ser "extranjeros" en este mundo para poder lograr una obediencia genuina. El mensaje concluye con un llamado a la entrega total y a la necesidad de un poder superior para superar la ley del pecado.

"SALVADOS PARA SERVIR", se enfoca en el relato bíblico del endemoniado gadareno en Marcos 5, analizando la transformación de un hombre cuya apariencia había sido deformada por la influencia satánica. La fuente examina el significado de que el hombre, o el demonio, se arrodillara ante Jesús (proskyneo), notando que los demonios reconocían la autoridad del Salvador y que Él pudo escuchar la súplica de ayuda del hombre por encima de los gritos. Tras la expulsión de la legión de demonios y la destrucción subsiguiente de los cerdos, la comunidad local, llena de temor, le pide a Jesús que se vaya, a pesar de haber visto al hombre curado. El pasaje culmina con la comisión dada al hombre sanado, instruyéndole a regresar a su hogar para compartir el testimonio de las grandes cosas que el Señor había hecho por él. Los textos complementarios enfatizan que este hombre se convirtió en un mensajero eficaz, a pesar de no haber recibido instrucción formal, porque su relato era una fuerza viva capaz de transformar la conducta basada en la experiencia personal.