Janina nació en la CDMX cuando era una adolescente sus papás decidieron mudarse a Ensenada Baja California. Ahí conoció al que iba a ser su futuro esposo, un francés  que no le gustaba bailar. La vida cruzó sus caminos, estuvieron de novios un año y medio, para después casarse, primero en México y posteriormente en Francia.

Ya casada, el primer destino junto a su esposo fue vietnam y después otro país del Medio Oriente, Qatar, en un lugar tan lejano comenzó por primera vez su travesía como mamá. Janina es una mujer que representa muy bien al género, tiene una fuerza impresionante, se enfrenta sin miedo a los obstáculos que llegan a su vida y sale victoriosa, es una mujer que se adapta de manera fácil donde sea que se encuentre, una de sus muchas cualidades es que confia en ella misma, no se predispone ante la vida y tiene una personalidad positiva y receptiva.

Es mamá de dos pequeños, pero esos embarazos en su mayor parte del tiempo los vivió practicamente sola, su esposo tenía muy pocos días libres para acompañarla, debido a su trabajo. Janina es una guerrera, luchó con momentos muy duros en esta etapa tan importante de su vida, no una sino dos veces, porque infortunadamente ya no tenía familia que la apoyara durante los nueve meses de gestación. Curó sus cesáreas sola y al mismo tiempo padeció el momento de amamantar a sus bebés, pero nunca se dejó de lado siempre pensó "Si yo no me cuido bien, ¿quién va a cuidar de mi bebé?"

Más adelante encontró una red de apoyo con mujeres latinas que también se convirtieron en mamás como ella, todas comparten sus lecciones de vida en el extranjero, desde recetas de cocina hasta los cumpleaños de cada uno de sus hijos. La historia de Janina nos recuerda que no importa lo que te digan los demás, la convicción y la seguridad que tengas en ti misma para llevar a cabo tu maternidad es lo que estará bien para ti y tu bebé.

Sígueme en instagram como @mamis_en_travesia, comparte el podcast y conoce mucho más a cada una de las mamás que abrió su corazón contando su historia de vida. Recuerda no estás sola.