Aprendamos el manejo del dinero desde una perspectiva de fe, sabiduría y responsabilidad. Hábitos financieros, decisiones difíciles, miedos y principios prácticos que nos ayudan a ordenar nuestras finanzas y enfrentar los desafíos económicos con una visión alineada a los valores bíblicos.

¡Preparémonos para Navidad!

Gracias Dios porque tú me hiciste tal y como soy. A veces no entendemos por qué Dios nos hizo así. Pero la gratitud comienza con reconocer que Dios hace su obra perfecta desde nuestra concepción. Dios sabe lo que hace aunque no comprendamos todo. Ser sus hijos es aprender a confiar que nos usará tal y como somos para seguir sirviéndole y dándole la gloria.

El amor y misericordia de los padres es parte de la crianza de sus hijos.

Los que somos hijos de Dios entendemos que Dios nos disciplina con el propósito de tener un corazón humilde y obediente al Señor.

La Biblia es clara cuando dice que la disciplina es necesaria para enderezar el corazón del hijo, así este aprender a discernir entre lo bueno y lo malo. Y a medida que crezcan, la dependencia de Dios de nuestros hijos será directamente proporcional a nuestra comunión con Dios como padres.

El enojo y la amargura son parte de las pruebas que toda cristiana pasará. El Señor puede darnos la victoria para sacar lo mejor de nosotras en circunstancias donde la decisión es actuar con paciencia y perdón y no con enojo y armargua.

Busquemos sabiduría en la palabra de Dios e identifiquemos en qué ocasiones somos más tentadas para caer en enojo. Esto con el objetivo de buscar que Dios obre en cada una de nosotras y nos ayude a actuar como Cristo, en paciencia, mansedumbre, dominio propio y amor.

La esposa del pastor siempre debe orar por su esposo. El desánimo será parte del caminar de la familia del pastor. Es entonces clave e importante que la esposa, en sabiduría, anime a su esposo. Recuerde que sus palabras pueden edificar o destruir a su esposo. Como esposa de pastor, como cristiana, su prioridad es caminar con Cristo, su anhelo de poner el servicio a Dios como prioridad.