En este episodio, Laura Barjum se sienta con nosotros para abrir su corazón y compartir historias que marcaron su infancia, reflexiones sobre su familia y cómo ha aprendido a gestionar sus emociones.

Desde aquellas frases que aún resuenan en su mente hasta el momento en que se quebró en pleno escenario, Laura nos lleva por un recorrido emocional donde el llanto, la rabia y la oración se entrelazan con su historia personal.

Hablamos de lo difícil que fue, a veces, responderle a sus padres, por qué prefiere llorar en privado, cómo ve el dinero hoy en día, y cómo sueña con criar a sus futuros hijos. Además, nos cuenta cómo su papá soñador y su mamá trabajadora moldearon la mujer que es hoy.

Dale play a este episodio profundo, honesto y humano.

En este episodio conversamos con Antonella, una niña de solo 8 años que con total sinceridad nos comparte cómo ve el mundo. Hablamos sobre la falta de tiempo de los adultos para jugar, las amistades que no siempre son lo que parecen, la necesidad de amor y atención de los padres hacia los niños y lo difícil que es expresar emociones como el llanto sin sentirse débil.

Antonella también nos cuenta lo que significa sentirse frustrada a su edad y cómo percibe el proceso de crecer.

Un episodio que nos invita a escuchar con el corazón y a reflexionar sobre lo que viven los niños más allá de lo que muestran.

Una conversación auténtica, valiente y profundamente humana.

En este episodio, El Borrego se quita la máscara y deja salir lo que ha guardado por años.

Nos habla del recuerdo más duro de su infancia: ver a su papá llegar b0rrach0 a casa. De lo que significa crecer sin escuchar un "te quiero", de no ser el hijo favorito, de vivir con secretos que nunca se dijeron en voz alta.
Comparte cómo ha terminado tratando a los demás como su hermano lo trató a él y cómo la familia, sin saberlo, ignoró su dolor… porque nadie le preguntó cómo se sentía.

Hoy, frente al micrófono, se dirige por primera vez a ese niño que fue, y se atreve a abrir la herida más profunda: esa pregunta que aún no puede responder ¿quién soy?

Dale play. Porque a veces, hablar del dolor es la forma más honesta de empezar a sanar.