La Navidad no es solo un relato inspirador, es historia real. En este mensaje recorremos Lucas 2 para ver cómo el nacimiento de Jesús ocurrió en un momento, lugar y contexto histórico específico, y cómo esa luz divina confronta nuestro miedo, revela nuestra condición y nos ofrece una noticia de gran gozo: ha nacido un Salvador. Descubre por qué el evangelio no es un cuento más, sino la verdad que trae paz, gozo y transformación cuando respondemos a Jesús con urgencia y fe.

¿Cómo cambiamos de verdad? Pablo nos muestra en Gálatas 5:16–25 que la transformación cristiana no ocurre por fuerza de voluntad ni por obedecer reglas, sino al caminar con el Espíritu. En este mensaje exploramos la batalla entre la carne y el Espíritu, la diferencia entre obras y fruto, y el secreto del verdadero cambio: nuevos deseos que nacen de una relación viva con Jesús. Cuando el Espíritu nos guía, el fruto aparece de manera natural. No es esfuerzo humano, es transformación desde adentro hacia afuera.

Continuamos con el estudio de la Carta a los Gálatas.

Gálatas 5:5-18

Daniel Kang, director de misiones de Bread of Life Christian Church, comparte en Ciudad de Guatemala.

Fuimos creados para mucho más que ocupar una silla en la iglesia. Dios nos llamó a vivir una fe activa, visible y transformadora, donde nuestros dones, acciones y amor pueden ser el puente para que otros conozcan a Jesús.

En Gálatas 4:21–31, Pablo usa una historia compleja, la de Sara y Agar, para mostrarnos dos formas de relacionarnos con Dios: desde la esclavitud o desde la libertad.Muchos viven intentando ganarse el favor de Dios a través del esfuerzo, las obras o la apariencia. Pero el evangelio nos enseña algo radicalmente diferente: ya somos hijos, no esclavos.Nuestra identidad no depende de lo que hacemos, sino de lo que Cristo ya hizo.Pablo está rogando que entendamos el corazón del evangelio: Jesús es suficiente.

En Gálatas 4:12–20, el apóstol Pablo deja a un lado los argumentos teológicos y habla desde lo más profundo de su corazón. Ya no escribe como maestro, sino como padre que sufre al ver a sus hijos alejarse del evangelio.Este mensaje revela que el ministerio genuino no busca controlar, sino formar a Cristo en las personas. Pablo recuerda a los gálatas —y a nosotros— que el verdadero amor no siempre se siente bonito: a veces confronta, corrige y duele, pero siempre apunta a Jesús.Aprende cómo vivir y ministrar con un corazón moldeado por la gracia, no por la ley.

En Gálatas 4:8–11, Pablo nos recuerda una verdad poderosa: si hemos conocido a Dios —o más bien, si hemos sido conocidos por Él—, ya no necesitamos volver a los viejos ídolos que nos esclavizaban.El corazón del problema humano no son solo nuestras acciones, sino lo que adoramos.Cuando algo ocupa el lugar de Dios en nuestro corazón —el éxito, la aprobación, la ley o incluso la religión—, terminamos nuevamente encadenados.