En el Día 15 llegamos al corazón del encuentro entre Juan Diego y la Virgen de Guadalupe, una escena que irradia la Caridad de Dios en la Conversión.
Presionado por la grave enfermedad de su tío Juan Bernardino, Juan Diego intenta evadir a la Virgen para cumplir con su deber familiar, buscando un sacerdote. En un momento de profunda humanidad, la Perfecta Virgen sale a su encuentro y pronuncia las palabras más reconfortantes de la historia guadalupana: "Escucha, ponlo en tu corazón, Hijo mío el menor, que no es nada lo que te espantó, lo que te afligió... ¿No estoy yo aquí, que tengo el honor y la dicha de ser tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo?"
Este encuentro lo cambia todo. La Virgen sana milagrosamente al tío de Juan Diego (un acto de caridad hacia su ser), disipa su angustia y luego, con el corazón ya "apaciguado y tranquilo," lo envía a su misión con la señal tan esperada: unas bellísimas y aromáticas flores de Castilla, que crecen fuera de tiempo en la cumbre helada del Tepeyac.
Juan Diego pasa de caminar con el corazón pesado a un mensajero feliz, cuidando las flores y disfrutando de su aroma. Esta es la esencia de la Caridad de Dios: Él nos ama primero, nos sana y nos da alegría, y es desde ese amor desbordante que nos impulsa a la misión. Si tu corazón se siente lejos de la caridad hacia los demás, pregúntate si te estás sintiendo amado por Dios.
🕊️ Reto: ¿Estás dispuesto a presentarte ante Dios y la Virgen con tu quebranto, tus preocupaciones y tu tristeza? Solamente desde esa sinceridad Él puede hacer una obra milagrosa en tu vida.
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Podcast parte de Juan Diego Network