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Adiós a los ‘pennies’, las monedas de un centavo en EE. UU. que cuesta tres veces más producirlas

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El 12 de noviembre de 2025 se fabricó la última tanda de la moneda de más baja denominación en Estados Unidos, después de 232 años en circulación. La Administración lo celebra como una medida que ahorrará millones de dólares al año, mientras que los comerciantes buscan maneras de redondear precios sin afectar sus ganancias.

Producir una moneda de un centavo en Estados Unidos hoy cuesta 3,69 centavos. En otras palabras, es tres veces más caro fabricarla, que gastarla. En cambio, la moneda de diez centavos -que cuesta menos de 6- y la de veinticinco centavos -que vale 15- no generan pérdidas.

Pero este es un costo con que el Tesoro dejó de cargar: a partir de mediados de noviembre, las también conocidas como ‘pennies’ dejaron de producirse en la Casa de la Moneda de Filadelfia, que las fabrica hace más de dos siglos.

Una vez retornó a la Casa Blanca, a comienzos de este año, el presidente Donald Trump ordenó su eliminación debido al aumento de los costos y a que el valor de un centavo en la primera economía del mundo se está volviendo obsoleto.

"(…) Vamos a ahorrarles a los contribuyentes 56 millones de dólares (anuales)", declaró el tesorero de Estados Unidos, Brandon Beach, justo antes de presionar el botón para acuñar el último centavo.

Unos 300.000 millones de centavos siguen en circulación, según el Departamento del Tesoro, que explicó que el aumento de los costos y la rápida evolución de los hábitos de consumo y la tecnología han hecho que la producción de centavos sea "financieramente insostenible" e “innecesaria”.

La última moneda en ser descontinuada fue la de medio centavo en 1857. Aunque los centavos siguen siendo moneda de curso legal, ya no se fabricarán nuevos. Y los últimos producidos serán subastados.

Vivir (y vender) sin los pennies

Estados Unidos se une a otros países como Canadá, Australia, Irlanda y Nueva Zelanda, en la eliminación gradual de sus monedas de menor valor, redondeando las transacciones en efectivo a los cinco centavos más cercanos y manteniendo la exactitud en los pagos electrónicos.

Algunos comerciantes están redondeando los precios a la baja para no dar menos cambio a los clientes. Otros piden a sus compradores que lleven el cambio exacto. Otros más creativos han ofrecido premios, como una bebida gratis, a cambio de un puñado de centavos, recoge la agencia Reuters.

Gasolineras, cadenas de comida rápida y grandes almacenes están ajustando sus precios y redondeando las transacciones en efectivo.

El reto está en lograr redondear sin mermar las ganancias. Además, hay ciertas leyes en estados como California, Nueva York e Illinois, que obliga a los comercios a dar el cambio exacto. Aunque el valor parece insignificante, esto podría suponer un costo muy alto para los negocios con gran volumen de ventas.

‘Penny’, destinada a ser una moneda del pasado

El centavo fue una de las primeras monedas acuñadas por la Casa de la Moneda tras su fundación en 1792 y desde 1909, el perfil del presidente Abraham Lincoln adorna el anverso de la moneda, hecha de zinc y cobre.

En 1793 nació el primer centavo. Sin embargo, atrás quedaron los días en que esa moneda diminuta compraba muchas cosas. Para ese entonces, con un centavo se podía comprar una galleta, una vela o un caramelo.

Hoy, los centavos se utilizan para dar el cambio exacto en transacciones en efectivo, se pueden usar en máquinas tragamonedas en algunos casinos y también se dejan en las lápidas, especialmente en las de los soldados caídos, como muestra de respeto.

Muchos otros se guardan en cajones o frascos de vidrio, y son prácticamente desechados o coleccionados. Otros son considerados amuletos de la suerte. Pero rara vez son esenciales para las transacciones financieras en la economía del siglo XXI.

Con Reuters, AFP y AP

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