¡Hola, viajeros y amantes de la buena vida! Bienvenidos a un nuevo episodio de “El rincón de Vera”, el podcast que te invita a descubrir Córdoba desde el corazón de una casa típica con patio, en la zona de Santa Marina junto al Palacio de Viana. Hoy vamos a celebrar juntos una de las noches más especiales del año: el Año Nuevo cordobés. Porque en Córdoba, la llegada del nuevo año se vive con una mezcla única de tradición, alegría y esperanza que contagia a todos los que la disfrutan. Si alguna vez has soñado con despedir el año en una ciudad llena de historia, luz y sabor, este episodio es para ti.

El Año Nuevo en Córdoba es mucho más que una fiesta: es una experiencia que combina las mejores tradiciones españolas con el carácter acogedor y festivo de los cordobeses. Las calles del centro histórico, especialmente la Plaza de las Tendillas, se convierten en el epicentro de la celebración. Desde primeras horas de la tarde, la ciudad se llena de ambiente, música y ganas de pasarlo bien. Familias, amigos y visitantes se reúnen para compartir la última cena del año y prepararse para el gran momento de las campanadas.

La Plaza de las Tendillas es, sin duda, el corazón del Año Nuevo cordobés. Allí se instala un gran escenario, se reparten bolsas de cotillón y, cuando se acerca la medianoche, miles de personas se congregan para despedir el año al ritmo del emblemático reloj de la plaza. Pero aquí hay una tradición que hace única a Córdoba: las campanadas de las Tendillas no suenan con campanas, sino con el toque de guitarra, un guiño a la pasión flamenca de la ciudad. Este detalle convierte el cambio de año en Córdoba en un momento aún más especial y auténtico, que emociona tanto a locales como a quienes lo viven por primera vez.

La costumbre de tomar las doce uvas al compás de las campanadas está muy arraigada, y tras los abrazos, los brindis y los buenos deseos, la fiesta continúa con música en directo, fuegos artificiales y un ambiente festivo que se prolonga hasta bien entrada la madrugada. Los bares y locales del centro abren hasta tarde, y las calles se llenan de alegría, risas y ganas de empezar el año con el mejor pie.

Pero el Año Nuevo cordobés no se limita solo a la gran fiesta en la plaza. Muchas familias celebran la Nochevieja en casa, alrededor de una mesa repleta de platos tradicionales: jamón ibérico, mariscos, salmorejo, cordero asado y, por supuesto, los dulces típicos de la Navidad cordobesa, como los pestiños y los roscos de vino. Tras la cena, es habitual salir a la calle para encontrarse con amigos, dar un paseo por el centro y contagiarse del ambiente festivo que impregna cada rincón de la ciudad.

El primer día del año, Córdoba amanece tranquila y luminosa. Es el momento perfecto para pasear por sus calles, visitar la Mezquita-Catedral o disfrutar de un chocolate con churros en alguna cafetería tradicional. Muchos aprovechan para acercarse al río Guadalquivir, recorrer los jardines y empezar el año con energía y buenos propósitos.

El Año Nuevo es también tiempo de reflexión y de nuevos comienzos. En Córdoba, la mezcla de historia, belleza y hospitalidad invita a soñar, a marcarse metas y a disfrutar de cada momento. La ciudad te recibe con los brazos abiertos y te anima a vivir el presente con intensidad y alegría.

Si quieres experimentar el Año Nuevo de una forma diferente, Córdoba es tu destino. Y en “El rincón de Vera” te ofrecemos el lugar ideal para descansar y celebrar, en pleno centro y con el encanto de una casa cordobesa de verdad. Vive la magia de la Nochevieja y el primer día del año rodeado de historia, cultura y la mejor compañía.

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