In this bilingual Thanksgiving Day homily, Fr. Martin reflects on the meaning of gratitude through Scripture and shared community. Drawing from Sirach, St. Paul’s First Letter to the Corinthians, and the Gospel story of the grateful Samaritan, he invites us to bless the Lord for His wondrous works, to recognize how God has been at work in our lives, and to fall at the feet of Jesus in thanksgiving.

Fr. Martin concludes with a simple yet powerful invitation: name three things for which you are grateful to Jesus today.

A Thanksgiving message that unites English and Spanish speakers in one spirit of gratitude—“Give thanks to the Lord, for He is good; His mercy endures forever.”

En este episodio, el P. Martin nos introduce a tres celebraciones que se entrelazan maravillosamente: la Misa bilingüe de Acción de Gracias, el inicio del Adviento y la Solemnidad de Cristo Rey. A partir de esta última, invita a una reflexión profunda y personal: ¿Qué o quién es el rey de mi vida?

A través de preguntas sencillas pero reveladoras —¿qué domina mis pensamientos, mis palabras, mi tiempo y mi energía?— nos ayuda a identificar aquello que ocupa el trono de nuestro corazón. Y nos recuerda que solo Jesucristo merece ese lugar central.

El episodio concluye con una invitación a acoger a Jesús como Rey en la oración, en la Comunión y especialmente en la Procesión Eucarística al finalizar la Misa. Una llamada hermosa a poner a Cristo en el centro de nuestra vida, nuestra familia y nuestro hogar.

In this episode, Father Martin reflects on three powerful moments in the Church’s calendar—Thanksgiving, the start of Advent, and the Solemnity of Christ the King—and how they beautifully connect. He invites us to ask a deeply personal question: Who or what is truly king of my life? Through practical questions and gentle challenge, he helps us discern what sits on the throne of our hearts and encourages us to let Christ take His rightful place. The episode concludes with an invitation to encounter Jesus as King through prayer, worship, and the Eucharistic Procession.

En este trigésimo tercer domingo del Tiempo Ordinario, reflexionamos sobre el poderoso simbolismo del número treinta y tres —la edad a la que Jesús cumplió Su misión a través de Su crucifixión y resurrección. A medida que el año litúrgico se acerca a su fin y nos aproximamos a la Solemnidad de Cristo Rey, este episodio nos invita a considerar nuestra propia misión dada por Dios y cómo la promesa de la Segunda Venida de Cristo puede ayudarnos a reenfocar nuestra vida.

Tomando como referencia al profeta Malaquías, la exhortación de San Pablo a los Tesalonicenses y las advertencias de Jesús en el Evangelio de Lucas, exploramos los temas de rendición de cuentas, perseverancia y amor. Lejos de las predicciones basadas en el miedo sobre el fin de los tiempos, miramos el regreso de Cristo desde la perspectiva de la esperanza —la alegre expectativa de alguien que amamos regresando a casa.

Con historias cercanas y reflexiones prácticas, este episodio nos anima a mantener nuestros corazones preparados, nuestras vidas ordenadas en la fe y nuestro amor por Jesús encendido, mientras nos preparamos para el día en que Él vuelva en gloria.

On this Thirty-third Sunday in Ordinary Time, we reflect on the powerful symbolism of the number thirty-three — the age at which Jesus fulfilled His mission through His crucifixion and resurrection. As the liturgical year nears its close and we approach the Solemnity of Christ the King, this episode invites us to consider our own God-given mission and how the promise of Christ’s Second Coming helps refocus our lives.

Drawing from the Prophet Malachi, St. Paul’s exhortation to the Thessalonians, and Jesus’ warnings in the Gospel of Luke, we explore the themes of accountability, perseverance, and love. Far from fear-based predictions of the end times, we look at Christ’s return through the lens of hope — the joyful expectation of someone we love coming home.

With relatable stories and practical reflections, this episode encourages us to keep our hearts ready, our lives ordered in faith, and our love for Jesus burning bright as we prepare for the day He comes again in glory.

Hoy celebramos la Dedicación de la Basílica de Letrán, la iglesia oficial del Papa y la “Madre de todas las iglesias.” En esta solemnidad, recordamos que Dios habita en Su Iglesia y en cada uno de nosotros.

En este episodio, reflexionamos sobre la historia de tres templos:

• El Templo de la Iglesia, de donde fluye el río de agua viva que da vida a todo lo que toca.
• El Templo de nuestro cuerpo, morada del Espíritu Santo que debemos cuidar con gratitud y reverencia.
• El Templo del Cuerpo de Jesús, destruido en la Cruz y resucitado en gloria para darnos nueva vida.

Acompáñanos a descubrir cómo Dios desea habitar con nosotros y dentro de nosotros, transformando nuestras vidas desde adentro hacia afuera.

Today we celebrate the Feast of the Dedication of the Lateran Basilica — the Mother Church of all churches and the Pope’s official cathedral. This feast reminds us that we belong to the Universal Catholic Church and that God dwells in His Church, in our bodies, and most fully in Jesus Himself.

In this episode, The Story of Three Temples, we explore the three ways God makes His dwelling among us:

• The Church of Christ, from which flows the living water of grace and life;
• Our own bodies, which are temples of the Holy Spirit, meant to be cared for and kept holy; and
• The Body of Jesus, the true Temple destroyed on the Cross and raised in glory for our salvation.

Through these three temples, we discover how God desires not just to be with us—but to live within us.

En este Día de los Fieles Difuntos, recordamos y oramos por nuestros seres queridos que han partido en una Misa especial. El Padre Martín reflexiona sobre Fe, Esperanza y Amor ante la Pérdida — tres maneras en que un creyente puede responder al dolor: teniendo fe en Jesús y en sus promesas, esperanza en el cielo, y amor a Dios y a quienes han partido antes que nosotros.

Este episodio también incluye un momento de oración y reflexión por nuestros difuntos, así como un breve seguimiento del Fin de Semana de la Visión y un recordatorio de nuestra visión parroquial: que cada persona se sienta vista, conocida y amada.

Escucha y ora con nosotros al recordar que “las almas de los justos están en las manos de Dios.”